Showing posts with label Swan Japan. Show all posts
Showing posts with label Swan Japan. Show all posts

24 March 2016

Swan 3253

Swan was also a Japanese brand of fountain pens. Its history has already been told on these Chronicles, but it might be worth to remember that it had been founded in 1900 by U. of Waseda alumni Nobuo Ito. Swan Mannenhitsu Seisakushô (Swan Fountain Pens Industries) got the favor of the Japanese courts to win the lawsuits of Mabie Todd & Co., owner of the brand Swan in the West, and became the biggest pen maker in Japan around 1918. The company began its decline after the Second World War when it started making ball pens and pen parts. This lasted until the 1970s, albeit some Pilot OEM pens branded as Swan were made in 1991.

The following pocket pen is one of the last models made by Swan on those 1970s:


A pocket pen by Swan. It was made in the 1970s.

It is mostly made of plastic, including the central ring coupling section and barrel together. This is a clear sign of the cheap construction of this pen. Another is the fact that the gold plated steel nib was outsourced from the company Teikoku Kinpen, as is clearly stated by the engraved JIS number 3253. The pen must be inked using Platinum cartridges, as was often the case of lesser brands after the introduction of cartridges in Japan. No modern ink converter fits in the pen.


The pen, disassembled. Note the plastic central ring. The nib slides off the feed. Contrary to the case of most pocket pens, nib and feed are friction fit in the section.


The steel nib was made by Teikoku Kinpen, whose JIS registry number was 3253.

This model is green with golden cap. It was also made in black, with black cap and golden accents.

These are its dimensions:
Length closed: 116 mm
Length open: 97 mm
Length posted: 145 mm
Diameter: 12.0 mm
Weight: 9.0 g (dry, no cartridge)
Ink deposit: 1.1 ml (Platinum cartridge)


The feed is interesting--two ink channels. It is made of plastic.

All in all, this is a mostly boring and irrelevant pen, save for the detail of being one of the latest models made by Swan Mannenhitsu Seisakushô, indeed a very important actor in the history of Japanese fountain pens.


Sailor Magna – Tomiya Original Ink (Sailor)

Bruno Taut
Nakano, March 24th, 2016
etiquetas: Swan, Platinum, Pilot

31 October 2014

Swan's Big Red

Japanese Swan pens –those made by Nobuo Ito— are already known on these Chronicles. This company based its success in Japan on coping the Mabie Todd’s Swan catalog for the domestic market. Well, Nobuo Ito also had the support of Japanese courts of Justice. The domestic success was big, and the Japanese Swan became the biggest pen company in Japan around 1915.

But despite this success and the presumably large number of Swan pens produced, they are not common finds in the market. So, any find, especially if in good condition, is of interest.


This Swan pen is a copycat of the well known Parker Duofold Big Red from the 1920s. but this a Japanese pen, as the filling system shows—this is an eyedropper pen with a shut-off valve operated from the tail. The pen is labeled on the barrel as “SWAN PEN / MY PRESENT”, together with the company logo, all too similar to that of the Anglo-American company.



The pen is made of ebonite. The nib, of 14 K gold. The production date is about 1930. These are its dimensions:
  • Length closed: 132 mm
  • Length open: 126 mm
  • Length posted: 170 mm
  • Diameter: 15.5 mm
  • Weight: 28.4 g (dry)


The imprint on the nib reads "SWAN / IDEAL / PEN / 14 K".


"SWAN PEN / MY PRESENT". My present?

It is interesting to note that this pen has no indication about having been made in Japan, contrary to some other examples of this brand. Nonetheless, the filling system does show, as mentioned before, this as a Japanese fountain pen.


My thanks to Mr. Furuya.


Waterman Crusader – Platinum Black

Bruno Taut
Nakano, October 30th 2014
etiquetas: Swan Japan, Parker, Mabie Todd Swan

17 June 2013

Sistemas de sellado (I)

Lo que uno da por descontado a veces resulta que es extraño y desconocido. Cierto es, por otro lado, que la documentación en castellano sobre estilográficas japonesas es escasa. En esta Crónica voy a tratar de explicar el desarrollo de los sistemas de sellado que se dan a lo largo de la historia en las plumas japonesas. Primero hablaré del sistema de válvula accionada desde el culotte. En la segunda parte hablaré del sistema de estrellas. Ambas cuestiones han sido tratadas ya en estas páginas, pero tal vez no esté de más recuperar esa información ahora en castellano.

Las Onoto con sistema de llenado plunger filler estaban entre las primeras plumas que llegaron a Japón a finales del s. XIX y principios del XX y tuvieron mucho éxito en este país. De hecho, algunas de las primeras plumas con marca japonesa fueron hechas por Onoto (De la Rue) para la tienda Maruzen, bajo la marca Orion. Algunas de ellas, en 1910, ya incorporaban un sistema de cuentagotas “sin plunger”; es decir, una pluma por goteo en la que quedaba el vestigio evolutivo del eje del plunger que tan solo actuaba como válvula de sellado del depósito de tinta.


Anuncio de una Onoto de principios del s. XX en la que utiliza el argumento de que con la válvula del propio plunger cierra el depósito y evita fugas indeseadas de tinta. También añade que con esa válvula se puede controlar el flujo de tinta. También es ese el caso de las plumas de cuentagotas japonesas.

Y en la mentalidad simplificadora de los japoneses, algunos fabricantes ya realmente japoneses –Oliver y la Swan japonesa de Nobuo Itô— tomaron buena nota de esta evolución y lo utilizaron en sus propias plumas.

La idea, dicen algunos, estaba asociada al temor a ensuciar los valiosos kimono con manchas de tinta. No me cabe la menor duda que los japoneses quisieran evitar manchas, pero lo mismo se puede decir de los estadounidenses o británicos y de sus trajes... Sí es cierto que el clima angustiosamente húmedo de Japón hace de las cuestiones de limpieza una obsesión nacional y tal vez esa sea la razón última de ese temor reverencial. Por otro lado, en el Japón de principios del s. XX, bien pasada ya la restauración Meiji (1867), el uso de los trajes occidentales ya era común.

En cualquier caso, estas empresas empiezan a hacer plumas de cuentagotas con un añadido: una válvula que cierra el paso de tinta a la boquilla que se acciona desde el culotte de la pluma. Esa válvula está cerrada cuando la pluma no está en uso y se abre, con apenas una vuelta del culotte, cuando se necesita usar la pluma. También se puede usar para regular el flujo de tinta en el plumín.


En esta Platinum con decoración maki-e de los años 30 el culotte está levemente desenroscado; es decir, en posición de escritura.

El sistema tuvo éxito y al cabo se le denomina, en inglés, Japanese eyedropper. El término japonés es inkidome-shiki, e implica necesariamente la existencia de un sistema de sellado de la tinta. Este sistema es el habitual entre las plumas japonesas de cuentagotas y es muy raro ver plumas de cuentagotas sin ese sistema de sellado. La excepción, menor, son las hoshiawase, que serán objeto de otra Crónica posterior.

Prácticamente, todas las marcas japonesas han usado este sistema en algún momento de su historia. Incluso hoy en día está en uso: Pilot lo usa en las Namiki con plumín de tamaño 50; para Nebotek es uno de sus tres sistemas de llenado. Danitrio, desde California, se empeña en utilizarlo en su afán de ser tan japonesa como la que más. Y en el pasado, la mencionada Swan (la japonesa), más SSS, Platinum, Sailor, Diamond, Ban-ei, Asahi Tsubasa... y todas las plumas jumbo, sobredimensionadas, de muchos fabricantes.


Una New Clip, tal vez fabricada por Fukunaka-Seisakusho. Se trata de una pluma jumbo con llenado por cuentagotas con válvula de sellado. La capacidad del depósito de tinta es de unos 8 mililitros. Suficientes como para crear una gran mancha.

Es un sistema interesante y divertido, pero tiene un par de inconvenientes. El primero es que interrumpido el paso de tinta entre el plumín y el depósito, el primero se seca muy rápidamente cuando no está en uso. Arrancar es a menudo un poco engorroso.


Una Swan japonesa (de Nobuo Itô) de alrededor de 1915. Junto a la parte trasera de la boquilla se puede ver la pieza cónica de cierre asociada al eje que, por dentro del cuerpo, se conecta con el culotte, tal y como se ve en la foto siguiente.


El culotte de la pluma anterior completamente desenroscado.

El segundo problema es el sellado del sistema en la parte cercana al culotte. La válvula se acciona desde el culotte a través de una varilla axial que entra en el depósito a través de un sello tradicionalmente de corcho. Este sello es muy vulnerable y es necesario reemplazarlo en prácticamente cualquier pluma de este tipo que uno pueda encontrar hoy en día en tiendas o mercadillos. De no hacerlo, la tinta se va a acumular en la cámara del culotte y va a salir en cuanto se desenrosque para escribir. En algunos modelos nuevos (los de Nebotek, por ejemplo) ese sello es ahora de un elastómero sintético.

En conclusión, las plumas de cuentagotas con válvula de sellado accionada desde el culotte son un producto netamente japonés que ha permanecido en el mercado durante los últimos cien años, que es prácticamente toda la historia de las plumas en Japón. Son fáciles de encontrar en plumas tanto viejas –aunque en ellas se impone una restauración a fondo— como en modelos nuevos. En este último caso, las plumas de cuentagotas corresponden, paradójicamente, a modelos caros.

Y en una segunda parte hablaré de otro sistema de sellado: el sistema de estrellas.


Mi agradecimiento a mis amigos del Foro de Estilográficas.


P. S: A principios de 2014, Nebotek cambió su nombre por el de Eboya.


Platinun Belage – Platinum Pigmented Blue

Bruno Taut
Yokohama, 14-17 de junio de 2013
Etiquetas: soluciones técnicas, Japón, Pilot, Orion, Maruzen, Sailor, Platinum, SSS, Swan (Japón), Danitrio, Nebotek, Asahi Tsubasa

29 April 2012

Three (Japanese) Swans

Nobuo Itô's Swan become the most successful pen company in Japan around 1920. Its strategy was simple—copy the looks and style of the pens made by Mabie-Todd in England under the name Swan, the real Swan, and let the Japanese government protect you from foreign legal disputes. As we have already seen, even the logos were blatantly similar.

Three Japanese Swans.

This company, though, was deeply affected by the Second World War –its production plant was destroyed—and finally it ceased its activities in the early 1950s, unable to compete with the myriad of pen operations active at the time in Japan.

Their nibs are not completely the same. Note the differences in the breathing holes.

Neither are their feeds the same.

The three pens I am showing today belong to the later period of the company. They are made of celluloid and are quite transparent—the sac and the nib can be seen through the barrel and the cap. Their filling system is a lever filler. The nibs are made of steel, partially gold plated, and are quite rigid.

The engraving on the nib reads "Swan / Manifold / Fine / Swarosmine / (Swan logo)".

They are not exactly the same in terms of dimensions and nib design, as can be seen on the pictures. These are their dimensions:

Length closed: 124-126 mm.
Length open: 112-114 mm.
Length posted; 149-154 mm.
Diameter: 12.5 mm.
Weight (dry): 13.0-13.7 g.

The Japanese text just says Swan fountain pen.

The original price of these pens were JPY 350, as can be read on their original stickers.


Platinum pocket pen in striped steel – Platinum Brown (cartridge)

Bruno Taut
April 28th, 2012
etiquetas: Swan Japan

28 November 2011

Matching (XI). Unas Reflexiones

I.
Tanto definir lo que es una copia como poder distinguirla del original son tareas arduas. Así lo demuestran tanto los procesos legales como los esfuerzos académicos de estudio de las cuestiones relacionadas con la propiedad intelectual. Y al mismo tiempo, las conclusiones –legales y académicas— son a menudo contradictorias, lo que en nada ayuda a resolver estas cuestiones.


Este bolso, ¿es una copia o es un "homenaje" a una marca francesa? No lleva ni marca ni logotipo reconocible.

II.
Algunos, ingenuamente, asumen que algo que se parezca al original no llega a ser copia si no lleva la marca del mismo. Nada más alejado de la realidad: hay multitud de casos en los que esos productos que no llevan la marca son confiscados y destruidos por las autoridades. Y ese fue el caso, años atrás, de las Inoxcrom, Sailor, Pilot, etc. de inquietante parecido con las supuestas obras maestras de Montblanc.


En otros casos, la copia lleva todos los logotipos y los nombres del original, pero el juez ha dictaminado (según Antena 3, España, 21 de septiembre de 2011) que nadie en su sano juicio consideraría ese producto como original y que, en consecuencia, no había ni engaño ni delito.

Es decir, que los criterios legales son, cuando menos, confusos y hasta contradictorios. Siempre nos queda el recurso de caer en el positivismo legal de que es copia todo aquello que el juez decida como tal. Pero los criterios aplicados y las sentencias dictadas, tan contradictorias, ofrecen pocas pistas fiables de antemano.

Si además ampliamos nuestro horizonte y miramos lo que sucede en otros países, todo se hace todavía más complicado. Lo que en Gran Bretaña era copia, en Japón era legítimo. A. A. Waterman en Estados Unidos; Swan, Sailor o Pilot en Japón; Inoxcrom, Apolón en España…. todas ellas han copiado modelos, tecnologías y nombres de marcas de éxito. Y es que es la copia, más que el producto original, lo que predomina en el mercado.

Inoxcrom 55 frente a Parker 21. ¿Copia u homenaje?

III.
Tanto el modelo copiado como las razones para la copia han cambiado a lo largo de la historia. Una de las razones era la de adquirir una tecnología. De hecho, todas las revoluciones industriales, salvo la británica, se hicieron con la copia de tecnologías y de productos ya desarrollados en otros países. Luego, las barreras legales, arancelarias y judiciales, han hecho el resto, aunque a veces, como sucedió con la industria estilográfica española, no fuera suficiente para garantizar su éxito. Y así, Inoxcrom copió la Parker 21 con su modelo 55; y Apolón copió la Sheaffer con plumín Triumph. Hoy en día varias compañías chinas
Rainbow, Hero— insisten en copiar viejos modelos de Parker.

Copia de la Sheaffer Balance bajo el nombre de Hawaiian.

Otras copias buscan más la asociación con una imagen de éxito que les proporcione unos beneficios económicos inmediatos. Es el caso de la Hawaiian Balance en celuloide o de la multitud de copias chinas de las Montblanc modernas. O de las numerosas copias de las viejas Duofold de los años 20.

Copia china de una Montblanc Starwalker.

Claro que si la pluma original pierde su función inicial de escribir, hacer la copia resulta más sencillo: basta con simular el aspecto exterior porque el hecho de escribir con ella es muy secundario.

Sailor Profit. ¿Copia u homenaje a la Meisterstück de Montblanc? En este caso, la copia supera al original.

IV.
En última instancia, nada está claro en este mundo de las copias. Y a falta de una decisión judicial, nuestras circunstancias personales inclinarán la balanza hacia un lado o hacia otro. Tengamos también en cuenta que las legislaciones y los criterios de los jueces son muchas veces contradictorios.


La paradoja última es que la copia es muchas veces mejor que el original.


(Sailor Ballerie – Sailor Miruai)

Bruno Taut
13 de noviembre de 2011
[etiquetas: mercado, Montblanc, Parker, Hawaiian, Inoxcrom, Apolón, Sailor, Pilot, Swan Japan, A. D. Waterman, Rainbow, Hero]

30 September 2010

Number 5

In the West, Swan is known as the brand created by Mabie, Todd and the Bard Brothers in 1884. But in Japan, Swan was a company created by Nobuo Itô in 1906. By 1912, this company had a number of pens in its catalog resembling those of Swan in Britain. Lawsuits followed in Japan, but Nobuo Itô got his way and Swan Japan became one of the leading pen companies in its country. In 1918, Itô’s Swan had 60% of the market share in Japan. It died, in actual terms, with the Second World War when its factories were destroyed, although some unsuccessful attempts to resurrect it took place in the 1980s.

The Swan Number 5.

This pen is an ebonite eyedropper, possibly from the 1910s. As was common in most Japanese eyedroppers, a safety valve was implemented “to avoid ink stains in their valuable kimono…” This valve sealed the connection between ink deposit and section.

The safety valve in this pen.

Cap, section, and barrel.

The barrel is nicely engraved with the company logo –blatantly similar to the Mabie-Todd Swan’s— and the inscription “THE ‘SWAN’ FOUNTAIN PEN MADE IN JAPAN A NO. 5”.

The barrel with the inscription.

A sticker adds the information that the nib is iridium tipped. The nib itself is engraved with a “WARRANTED” and, as shown in the picture something like “SWANFENKI4” whose meaning escapes me. It is possibly made of steel and is quite springy. An overfeed guarantees the correct supply of ink.

The nib with the overfeed.

The cap is very interesting, and makes this pen very Japanese. Its top end has a small sliding cap that hides a soft white stone in which to carve the personal seal (hanko, 判子). We should remember that East Asian countries do not rely on the signature but on personal seals to stamp your agreement or understanding in a document.

The white stone to carve the seal in.

From left to right, a cheap seal called mitome (認印) for informal occasions, the receipt of registration of the formal seal before the city hall, and my personal hanko, on the right.

This pen might have been a very convenient instrument in its time: after writing any text, the author could also sign it with his personal seal. He only needed the inkpad.

Now...
To ink… or not to ink?

After all I said some days ago, I have no option other than inking this pen. “Por la boca muere el pez”, as we all know.

(Sailor Profit 14, burgundy color – Noodler’s Old Dutch Sepia)

Bruno Taut
Inagi, September 30, 2010
[labels: Swan Japan, Japón]