Per l'Olga.
La gente no debería festejar el paso del tiempo,
aunque siempre sea noble el obstinarse en celebrar el triunfo del enemigo.
Pedro ZARRALUKI. El responsable de las ranas. 1990.
aunque siempre sea noble el obstinarse en celebrar el triunfo del enemigo.
Pedro ZARRALUKI. El responsable de las ranas. 1990.
En este año 2011 se cumple el 50 aniversario del modelo Olimpia de la empresa Súper T. Normalmente, éstas son fechas para celebrar y para descorchar una botella de buen cava. Sin embargo, el panorama estilográfico español, y aun europeo, no invita al optimismo.
Tres compañías producen hoy plumas estilográficas en España. La más evidente es Inoxcrom. Su situación económica es mala y eso se nota en los productos que proporcionan prestigio pero no dinero. Su catálogo de plumas apenas ha cambiado en los últimos años y esta división parece ir a la deriva, sin una estrategia comercial clara. No obstante, sigue presente en bastantes comercios en Madrid y, presumiblemente, en España.
La segunda marca española de plumas –desde un punto de vista histórico— es STYB, antigua Jabalina. Produce tan solo tres modelos de estilográficas y su presencia en el mercado es anecdótica.
Finalmente queda la empresa Pixeline como creadora de la marca Romillopens. Son estas plumas artículos de gran lujo, de producción pequeña y artesanal. Se distribuyen tan solo a través de una única tienda física, en Madrid, y, por supuesto, de su página web. Por tanto, las Romillopens no se ven en las tiendas del ramo.
Súper T, por su lado, desapareció en 1976 y sus plumas son ya reliquias en manos de coleccionistas y comerciantes u objetos olvidados en un cajón. Desgraciadamente, me apuro a añadir, porque tanto la Gester como la Olimpia son plumas de buena calidad y de diseño interesante.
Pero ante este panorama, limitarnos a brindar y a darnos palmaditas en la espalda por el cumpleaños de la Olimpia no conduce a nada. ¡Es que ni siquiera podemos exclamar “per molts anys” al brindar!
Por ello quisiera que hubiera alguna iniciativa más atrevida que nos permita mirar al futuro de la estilográfica española con más optimismo. Con objeto de que en algún momento, con motivo de otro aniversario, sí podamos brindar por la larga vida de esa pluma, de esa marca, de esta industria.