Las Onoto con sistema de llenado plunger filler estaban entre las primeras plumas que llegaron a Japón a finales del s. XIX y principios del XX y tuvieron mucho éxito en este país. De hecho, algunas de las primeras plumas con marca japonesa fueron hechas por Onoto (De la Rue) para la tienda Maruzen, bajo la marca Orion. Algunas de ellas, en 1910, ya incorporaban un sistema de cuentagotas “sin plunger”; es decir, una pluma por goteo en la que quedaba el vestigio evolutivo del eje del plunger que tan solo actuaba como válvula de sellado del depósito de tinta.
Anuncio de una Onoto de principios del s. XX en la que utiliza el argumento de que con la válvula del propio plunger cierra el depósito y evita fugas indeseadas de tinta. También añade que con esa válvula se puede controlar el flujo de tinta. También es ese el caso de las plumas de cuentagotas japonesas.
Y en la mentalidad simplificadora de los japoneses, algunos fabricantes ya realmente japoneses –Oliver y la Swan japonesa de Nobuo Itô— tomaron buena nota de esta evolución y lo utilizaron en sus propias plumas.
La idea, dicen algunos, estaba asociada al temor a ensuciar los valiosos kimono con manchas de tinta. No me cabe la menor duda que los japoneses quisieran evitar manchas, pero lo mismo se puede decir de los estadounidenses o británicos y de sus trajes... Sí es cierto que el clima angustiosamente húmedo de Japón hace de las cuestiones de limpieza una obsesión nacional y tal vez esa sea la razón última de ese temor reverencial. Por otro lado, en el Japón de principios del s. XX, bien pasada ya la restauración Meiji (1867), el uso de los trajes occidentales ya era común.
En cualquier caso, estas empresas empiezan a hacer plumas de cuentagotas con un añadido: una válvula que cierra el paso de tinta a la boquilla que se acciona desde el culotte de la pluma. Esa válvula está cerrada cuando la pluma no está en uso y se abre, con apenas una vuelta del culotte, cuando se necesita usar la pluma. También se puede usar para regular el flujo de tinta en el plumín.
En esta Platinum con decoración maki-e de los años 30 el culotte está levemente desenroscado; es decir, en posición de escritura.
El sistema tuvo éxito y al cabo se le denomina, en inglés, Japanese eyedropper. El término japonés es inkidome-shiki, e implica necesariamente la existencia de un sistema de sellado de la tinta. Este sistema es el habitual entre las plumas japonesas de cuentagotas y es muy raro ver plumas de cuentagotas sin ese sistema de sellado. La excepción, menor, son las hoshiawase, que serán objeto de otra Crónica posterior.
Prácticamente, todas las marcas japonesas han usado este sistema en algún momento de su historia. Incluso hoy en día está en uso: Pilot lo usa en las Namiki con plumín de tamaño 50; para Nebotek es uno de sus tres sistemas de llenado. Danitrio, desde California, se empeña en utilizarlo en su afán de ser tan japonesa como la que más. Y en el pasado, la mencionada Swan (la japonesa), más SSS, Platinum, Sailor, Diamond, Ban-ei, Asahi Tsubasa... y todas las plumas jumbo, sobredimensionadas, de muchos fabricantes.
Una New Clip, tal vez fabricada por Fukunaka-Seisakusho. Se trata de una pluma jumbo con llenado por cuentagotas con válvula de sellado. La capacidad del depósito de tinta es de unos 8 mililitros. Suficientes como para crear una gran mancha.
Es un sistema interesante y divertido, pero tiene un par de inconvenientes. El primero es que interrumpido el paso de tinta entre el plumín y el depósito, el primero se seca muy rápidamente cuando no está en uso. Arrancar es a menudo un poco engorroso.
Una Swan japonesa (de Nobuo Itô) de alrededor de 1915. Junto a la parte trasera de la boquilla se puede ver la pieza cónica de cierre asociada al eje que, por dentro del cuerpo, se conecta con el culotte, tal y como se ve en la foto siguiente.
El segundo problema es el sellado del sistema en la parte cercana al culotte. La válvula se acciona desde el culotte a través de una varilla axial que entra en el depósito a través de un sello tradicionalmente de corcho. Este sello es muy vulnerable y es necesario reemplazarlo en prácticamente cualquier pluma de este tipo que uno pueda encontrar hoy en día en tiendas o mercadillos. De no hacerlo, la tinta se va a acumular en la cámara del culotte y va a salir en cuanto se desenrosque para escribir. En algunos modelos nuevos (los de Nebotek, por ejemplo) ese sello es ahora de un elastómero sintético.
En conclusión, las plumas de cuentagotas con válvula de sellado accionada desde el culotte son un producto netamente japonés que ha permanecido en el mercado durante los últimos cien años, que es prácticamente toda la historia de las plumas en Japón. Son fáciles de encontrar en plumas tanto viejas –aunque en ellas se impone una restauración a fondo— como en modelos nuevos. En este último caso, las plumas de cuentagotas corresponden, paradójicamente, a modelos caros.
Y en una segunda parte hablaré de otro sistema de sellado: el sistema de estrellas.
Mi agradecimiento a mis amigos del Foro de Estilográficas.
P. S: A principios de 2014, Nebotek cambió su nombre por el de Eboya.
Platinun Belage – Platinum Pigmented Blue
Bruno Taut
Yokohama, 14-17 de junio de 2013
Etiquetas: soluciones técnicas, Japón, Pilot, Orion, Maruzen, Sailor, Platinum, SSS, Swan (Japón), Danitrio, Nebotek, Asahi Tsubasa
Bruno Taut
Yokohama, 14-17 de junio de 2013
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